Trump expresa descontento con México tras la marcha del 15N: “Hay serios problemas al sur de la frontera”
Ciudad de México, 18 de noviembre de 2025 – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado las tensiones diplomáticas con México al declarar públicamente que “no está contento” con el país vecino, en un contexto marcado por la masiva marcha del 15 de noviembre convocada por la Generación Z contra la violencia, la corrupción y la inseguridad. Trump vinculó su crítica a los “serios problemas” en México, incluyendo el dominio de los carteles de la droga, y no descartó acciones militares unilaterales para combatir el narcotráfico que afecta a su nación.
La declaración de Trump se produjo este lunes durante una reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca, donde el mandatario respondió a preguntas de la prensa sobre la situación en la frontera sur. “He estado hablando con México. Saben cómo pienso… Déjenme decirlo así: no estoy contento con México, ¿ok?”, afirmó Trump. En el mismo contexto, el presidente estadounidense reiteró su disposición a autorizar “lo que sea necesario para detener las drogas”, incluyendo posibles ataques aéreos o operaciones terrestres contra laboratorios y líderes de carteles en territorio mexicano.
La marcha del 15N: Un detonante de protestas juveniles
La marcha del 15 de noviembre, conocida como “15N”, reunió a miles de jóvenes en las principales ciudades de México, incluyendo la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Organizada por colectivos de la Generación Z a través de redes sociales, la manifestación exigió al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum medidas urgentes contra la ola de violencia desatada por los carteles, el asesinato de políticos locales y la percepción de impunidad. El detonante reciente fue el homicidio del alcalde de Michoacán, Carlos Manzo, a manos de presuntos narcotraficantes, un hecho que ha avivado el descontento social.
Los manifestantes portaron pancartas con mensajes como “Basta de abrazos, no balazos” –una crítica al lema de la administración anterior de Andrés Manuel López Obrador– y demandaron mayor cooperación internacional para desmantelar las redes criminales. La protesta, que transcurrió de manera pacífica pero con alta tensión, captó la atención global y, aparentemente, la de Trump, quien la citó indirectamente al hablar de “revolución” y “problemas graves” en México.
En redes sociales, el eco de la marcha se ha amplificado con videos y testimonios que muestran el hartazgo juvenil. Usuarios han especulado que las declaraciones de Trump podrían estar exacerbando el descontento, con algunos analistas mexicanos sugiriendo que el gobierno de Sheinbaum enfrenta una “tormenta perfecta” entre protestas internas y presiones externas.
Respuesta mexicana: Sheinbaum cierra la puerta a intervenciones
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza a las palabras de Trump durante su conferencia matutina del martes. “No va a pasar”, sentenció la mandataria, aludiendo a cualquier posibilidad de intervención militar estadounidense en suelo mexicano sin consentimiento previo. Sheinbaum enfatizó que México no requiere “ayuda externa” para combatir la inseguridad y llamó a fortalecer la cooperación bilateral en inteligencia y extradiciones, recordando que entre 2019 y 2023 el país entregó alrededor de 65 sospechosos al año a autoridades estadounidenses.
La jefa del Ejecutivo mexicano también defendió su estrategia de “abrazos, no balazos”, argumentando que acciones militares unilaterales solo escalarían la violencia y violarían la soberanía nacional. “México no es un patio trasero de nadie”, declaró, en un mensaje dirigido tanto a Washington como a los manifestantes del 15N.
Antecedentes y posibles implicaciones
Las declaraciones de Trump no son aisladas. Desde su toma de posesión en enero de 2025, el presidente ha impulsado una agenda agresiva contra el narcotráfico, incluyendo aranceles del 25% a importaciones mexicanas y canadienses por no frenar el flujo de fentanilo y otras drogas. En su discurso inaugural, Trump describió a México como un territorio “dominados por carteles criminales que asesinan, violan y torturan”, y en su primer mensaje al Congreso en marzo, exigió mayor acción contra el fentanilo que, según él, causa “cientos de miles de muertes” en EE.UU.
Expertos en relaciones bilaterales advierten que esta retórica podría derivar en una crisis diplomática. Mientras tanto, en México, opositores al gobierno de Sheinbaum han utilizado las palabras de Trump para criticar la “debilidad” en materia de seguridad, avivando el debate post-15N.
Con la frontera como telón de fondo, el descontento de Trump podría marcar un nuevo capítulo en la volátil relación entre ambos países. ¿Diplomacia o confrontación? Las próximas semanas serán clave para definir el rumbo.
