Asesinada a balazos excandidata del PT en Veracruz: Jessica Flor Luna Aguilera, víctima de la violencia política al ir por su hija a la escuela
Atoyac, Veracruz – 6 de octubre de 2025
Por Redacción Digital, con base en reportes oficiales de la Fiscalía de Veracruz y análisis de redes sociales.
En un acto de brutalidad que sacude nuevamente a la política veracruzana, Jessica Flor Luna Aguilera, de 35 años y excandidata del Partido del Trabajo (PT) a la alcaldía de Yanga, fue asesinada a balazos este lunes por la tarde en la comunidad de Potrero Nuevo, municipio de Atoyac. El crimen ocurrió a plena luz del día, cuando la abogada se dirigía en su camioneta a la escuela primaria Benito Juárez para recoger a su hija, sumándose a la escalofriante lista de 10 políticos veracruzanos ultimados en lo que va del proceso electoral 2024-2025. El PT lamentó el “artero asesinato” y exigió justicia inmediata, mientras la Fiscalía General del Estado (FGE) abrió una carpeta de investigación sin detenidos hasta el momento.
Detalles del ataque: Un crimen selectivo en horario escolar
De acuerdo con los primeros reportes de la Policía Ministerial y testigos oculares, Luna Aguilera fue interceptada por un grupo de hombres armados a metros de la escuela. Los agresores bloquearon su vehículo y le dispararon a quemarropa en múltiples ocasiones, lo que provocó que perdiera el control y colisionara contra la barda de la primaria. La víctima falleció en el lugar debido a la gravedad de sus heridas, confirmada por paramédicos y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La escena generó pánico entre padres y alumnos que salían de clases: “Escuchamos las detonaciones y vimos la camioneta chocar. Era una mujer conocida en la zona, siempre ayudando a la gente”, relató un testigo anónimo a medios locales. Inmediatamente se desplegó un operativo con fuerzas federales, estatales y ministeriales, acordonando la zona y revisando cámaras de vigilancia en carreteras cercanas a Yanga y Paso del Macho. Sin embargo, los responsables huyeron con impunidad, dejando tras de sí un rastro de casquillos y conmoción comunitaria.
El cuerpo de la excandidata fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) para la necropsia de ley, y la FGE Regional Córdoba asumió las diligencias. No se han revelado perfiles balísticos ni posibles móviles, pero el diputado local Ramón Díaz Ávalos, del PT, confirmó la noticia en redes sociales: “QEPD Nuestra compañera Jessica Flor Luna Aguilera. Exigimos justicia”.
¿Quién era Jessica Flor Luna? Una abogada comprometida con los vulnerables
Jessica Flor Luna Aguilera, originaria de la zona centro de Veracruz, era licenciada en Derecho por la Universidad del Golfo de México (campus Córdoba). A sus 35 años, se destacaba por ofrecer asesorías legales y juicios gratuitos a personas de escasos recursos, enfocándose en temas de derechos humanos y equidad de género. Como excandidata del PT en las elecciones del 1 de junio de 2025, buscó la presidencia municipal de Yanga –un municipio de unos 6,500 habitantes en la sierra central veracruzana, conocido por su historia independentista pero azotado por la pobreza y la inseguridad– con una plataforma centrada en educación, salud y combate a la corrupción.
Su trayectoria la posicionaba como una figura emergente en la política local, pero no exenta de riesgos. En julio de 2025, su hermano Aurelio Luna fue hallado sin vida en un paraje de la carretera Acatlán de Osorio-Huajuapan, en Puebla, junto a otro cuerpo, en un caso que aún permanece sin resolver. Medios locales como La Silla Rota y Milenio habían reportado previamente presuntos vínculos de familiares con el crimen organizado, aunque sin pruebas concluyentes ni relación directa con Jessica. “Era una mujer valiente, madre dedicada y defensora incansable. Su muerte es un golpe al tejido social de Veracruz”, escribió la diputada federal Ana Karina Rojo en Instagram, exhortando a una investigación expedita.
Reacciones: El PT clama por protección y el fin de la impunidad
El Partido del Trabajo, a través de su coordinador estatal Vicente Aguilar, emitió un comunicado oficial condenando el crimen y anunciando una reunión con el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Reyes Garcés, para demandar mayor protección a sus militantes. “Este artero asesinato no nos detendrá, pero exige respuestas. Veracruz no puede seguir sangrando por la violencia política”, se lee en el mensaje, compartido en redes y respaldado por figuras como el diputado Fernando Vilchis (@FerVilchisMx): “Luto y exigencia de justicia para que no quede impune”.
La dirigencia federal del PT y aliados de la coalición Sigamos Haciendo Historia también se unieron al luto. En un contexto de alzas en la violencia postelectoral, este asesinato se suma al de Ramón Valencia Pérez (Morena, Coxquihui, septiembre 2025) e Ignacio Pablo Sánchez (PT, Santiago Sochiapan, septiembre 2025), elevando a 10 el conteo de políticos veracruzanos ultimados en 2025. Organizaciones como Etellekt han documentado 34 agresiones contra candidatos en Veracruz durante el proceso 2024-2025, con un 15% letales, atribuyéndolo a disputas por control territorial y narcotráfico en la región centro.
Veracruz en la mira: ¿Cuándo terminará la violencia contra las mujeres en política?
Este crimen resalta la vulnerabilidad de las mujeres en la arena política mexicana, donde, según datos del INE, el 40% de las candidatas reportan amenazas durante campañas. En Veracruz –el estado con más alertas de violencia de género del país–, la impunidad ronda el 95% en homicidios políticos, según México Evalúa. Expertos llaman a fortalecer el Mecanismo de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos, extendiéndolo a excandidatos.
Mientras la familia de Jessica –incluyendo a su hija, quien presenció el caos desde la escuela– enfrenta el duelo, la comunidad de Atoyac y Yanga organiza vigilias. “No era solo una política; era una madre y una aliada de los olvidados”, dijo un vecino en entrevista con El Universal. La FGE promete avances pronto, pero la pregunta persiste: ¿Basta con palabras, o se necesitan acciones reales para blindar la democracia?