Restos hallados en Cuatro Ciénegas son de Mario Alberto Torres Juárez, desaparecido en Monclova en 2012
Monclova, Coahuila, 14 de noviembre de 2025 – Tras 13 años de incertidumbre, la Fiscalía General del Estado de Coahuila confirmó que los restos óseos hallados meses atrás en Cuatro Ciénegas corresponden a Mario Alberto Torres Juárez, un joven de 23 años desaparecido el 11 de junio de 2012 en Monclova. La identificación, lograda mediante técnicas forenses especializadas, representa un doloroso cierre para su familia, liderada por la incansable búsqueda de su madre, Sandra Lorena Torres Juárez.
Mario Alberto fue visto por última vez en la colonia Ciudad Deportiva de Monclova, cuando se trasladaba en bicicleta junto a su nuera para pagar la renta de una vivienda. Según el testimonio de Sandra Lorena, el joven fue interceptado alrededor de las 18:30 horas por varios hombres en dos camionetas, vehículos conocidos en el fraccionamiento Azteca, donde residía. Los responsables, presuntamente ligados a un sujeto apodado “La Coquena”, operaban en un contexto de alta violencia por la delincuencia organizada que azotaba Coahuila en esa época. Desde aquel día, un día antes del cumpleaños de su madre, no se supo más de él.
“Quería emprender una nueva vida. Había salido del Cereso y le consiguió una casa a mi nuera y su bebé”, relató Sandra Lorena en 2025, durante su participación en la Jornada Nacional de Búsqueda en Vida en Torreón, acompañada de colectivos de familiares de personas desaparecidas en La Laguna. Durante más de una década, ella y los colectivos recorrieron la región, exigiendo justicia y respuestas en un estado donde miles de casos de desaparición siguen sin resolverse.
El hallazgo de los restos, que incluían un cráneo y fragmentos óseos, ocurrió en un terreno en Cuatro Ciénegas. Estos fueron trasladados al Servicio Médico Forense en Saltillo, donde el Centro Regional de Identificación Humana (CRIH), en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y la Fiscalía de Personas Desaparecidas, realizó análisis forenses avanzados. Mediante pruebas de ADN y técnicas especializadas, se determinó de forma concluyente que los restos correspondían a Mario Alberto. Sin embargo, debido al avanzado estado de degradación ósea, no fue posible establecer las causas exactas de su muerte.
El fiscal especializado en desapariciones, Medina Torres, destacó la importancia de la coordinación interinstitucional en este caso. “Cada identificación es un paso hacia la justicia y la certeza para las familias. Este trabajo requiere tiempo, precisión y experiencia”, afirmó. La entrega digna de los restos a la familia de Mario Alberto fue acompañada por personal capacitado para brindar apoyo técnico y humano, un proceso que busca mitigar el dolor de quienes enfrentan una pérdida tras años de búsqueda.
Sandra Lorena, visiblemente afectada pero firme, expresó su agradecimiento a los colectivos y organizaciones que la apoyaron, aunque insistió en que la lucha no termina. “Saber que es él me da paz, pero también quiero justicia. Que se investigue a ‘La Coquena’ y a quienes se lo llevaron”, declaró. Los colectivos de La Laguna, por su parte, reiteraron la necesidad de celeridad y transparencia en las investigaciones de desapariciones, señalando que este caso refleja la crisis que viven miles de familias en México.
Coahuila, uno de los estados más afectados por la violencia entre 2006 y 2012, registra más de 3,000 personas desaparecidas, según datos oficiales. La identificación de Mario Alberto Torres Juárez es un avance significativo, pero también un recordatorio de los retos pendientes en la búsqueda de verdad y reparación. Las autoridades han prometido continuar las indagatorias para esclarecer las circunstancias de su desaparición y han llamado a la ciudadanía a proporcionar información que pueda contribuir al caso.