“El gobierno busca distraer”: la Gen Z toma las calles mientras Sheinbaum señala conspiraciones
Ciudad de México, 16 de noviembre de 2025.
La marcha del 15 de noviembre, impulsada por jóvenes que se identifican con la llamada “Generación Z”, sacudió las calles de México. Miles de personas —principalmente nacidas entre 1995 y 2010— salieron a protestar contra la violencia, la corrupción y la impunidad. Las consignas fueron claras: “ni bots, ni partidos, somos la generación que no se rinde”. Sin embargo, la respuesta oficial no fue escuchar, sino desacreditar.
Unas 50 mil voces marcharon contra el miedo
El recorrido abarcó del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, y se estima que participaron más de 50 mil manifestantes. Calles repletas, gritos, banderas y pancartas dieron forma a lo que muchos consideran la mayor protesta juvenil de los últimos años. “No estamos organizados por partidos, estamos organizados por el hartazgo”, le dijo a la prensa Alonso Rivera, uno de los asistentes de 22 años.
“Había muy pocos jóvenes”: la narrativa de la minimización
En su conferencia matutina del domingo, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que detrás de la manifestación había una operación política vinculada a la derecha, incluso acusando el uso masivo de bots en redes sociales para convocar a la protesta. “Había muy pocos jóvenes, esto es un intento de desestabilización”, dijo la mandataria.
Este discurso fue reforzado por propagandistas digitales de Morena, quienes a lo largo de la jornada intentaron posicionar la idea de que la marcha estaba compuesta por “puro viejito disfrazado de Gen Z”. Sin embargo, las imágenes hablaron por sí solas: banderas piratas de One Piece, ropa urbana, estética digital y miles de rostros jóvenes indignados y hartos de un gobierno que les prometió futuro, pero les entregó violencia y miedo.
Un movimiento digital y presente
El movimiento Gen Z comenzó como una convocatoria en redes sociales, con hashtags como #MarchaGenZ, #GeneraciónZ15N y mensajes que se hicieron virales en TikTok y X. “Esta es una juventud que sabe organizarse en red, con humor y creatividad, pero con la seriedad de quien no ha tenido las oportunidades prometidas”, reflexiona el sociólogo Fernando Nava, especialista en movimientos juveniles.
En distintas ciudades del país hubo marchas simultáneas. Según múltiples testimonios y cobertura mediática, al menos 50 ciudades se sumaron: de Tijuana a Mérida, pasando por Guadalajara, Puebla, Cancún y Torreón.
Violencia en el Zócalo
Al llegar al Zócalo, un grupo de encapuchados intentó derribar vallas que resguardaban Palacio Nacional. La policía reaccionó con gases y granaderos. Se reportaron más de 100 policías heridos y al menos 20 detenciones, pero la mayoría de los asistentes mantuvo una protesta pacífica. “Sin miedo, sin bots, sin partidos”, repetían.
¿Quién teme a la Gen Z?
Para muchos analistas, la estrategia del gobierno tiene una intención: soslayar el mensaje social y convertir el debate en una supuesta conspiración. La politóloga Sandra Mendoza explica: “Cuando el poder no escucha, inventa enemigos. La presidenta quiere que se hable de ‘bots’ y no de asesinatos de alcaldes, de violencia y de un país al límite.”
La Generación Z no solo está en las redes; también está en la calle, con pancartas, memoria y una conciencia política marcada por el desencanto. “Nosotras no somos bots. Somos mujeres de 21 años que marchan porque no confían en que el Estado las cuide”, dijo Itzel Rojas, estudiante de diseño gráfico.
“No necesitamos permiso para defender nuestro país”, añadió Rodrigo Luna, universitario de 21 años, mientras en su camiseta se leía: “Este no es el país que nos prometieron”.
El gobierno puede insistir en teorías conspirativas, pero lo cierto es que decenas de miles de jóvenes ya están en las calles. Y no parecen dispuestos a callar.