Paridad Electoral en Nuevo León: PRI y PAN Frenan el Avance hacia la Equidad de Género
Monterrey, 23 de septiembre de 2025 – La propuesta de Morena y Movimiento Ciudadano (MC) para garantizar candidaturas exclusivamente femeninas en la gubernatura y 16 alcaldías de Nuevo León para 2027 ha encendido un debate en el Congreso local, donde PRI y PAN abogan por postergar esta medida de paridad hasta 2030 para municipios y 2033 para el Ejecutivo estatal. Aunque ambos bloques dicen buscar un proceso justo, la resistencia de PRI y PAN a acelerar la paridad ha generado críticas, protestas frente al Palacio Legislativo y un señalamiento de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien dejó claro: “La decisión es del pueblo de Nuevo León”.
La iniciativa de PRI y PAN, liderada por Heriberto Treviño y Carlos de la Fuente, propone una transición más gradual hacia la paridad, argumentando que así se garantiza un “piso parejo” para que los partidos postulen libremente a hombres o mujeres sin “imposiciones anticipadas”. Además, plantean incorporar una segunda vuelta electoral, una idea que suena atractiva pero que desvía la atención del tema central. Treviño insiste en que esta reforma permite a los partidos adaptarse progresivamente, mientras De la Fuente subraya que el Instituto Estatal Electoral (IEEPCNL) no puede legislar por su cuenta, dejando la responsabilidad al Congreso. Sin embargo, estas justificaciones parecen más un intento de ganar tiempo para sus estrategias electorales que un compromiso genuino con la equidad de género.
Por su parte, Morena y MC no ceden. Mario Soto, coordinador morenista, critica que la propuesta de PRI-PAN está “hecha a modo” para favorecer a ciertos aspirantes, mientras Sandra Pámanes (MC) advierte que, de aprobarse, el proceso de 2027 podría judicializarse. Berenice Martínez, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales de Morena, calificó la convocatoria para votar el dictamen como un “madruguete” y acusó a PRI-PAN de negociar con el Presupuesto 2026 para impulsar su agenda, una señal preocupante de que los intereses partidistas podrían estar opacando el objetivo de la paridad.
Con el plazo del 30 de septiembre acercándose, según lo recordado por el IEEPCNL, el debate se intensifica. La postura de PRI y PAN, aunque presentada como un esfuerzo por equilibrar la cancha, levanta sospechas de que buscan proteger a sus figuras tradicionales –muchas de ellas masculinas– frente a un cambio que podría alterar sus planes para 2027. Si bien es cierto que los partidos necesitan tiempo para adaptarse a nuevas reglas, aplazar la paridad hasta 2033 para la gubernatura parece excesivo en un estado donde las mujeres son más de la mitad del electorado y han exigido mayor representación.
La paridad de género no debería ser un tema de regateo político. PRI y PAN, con su larga trayectoria en el poder, tienen la oportunidad de liderar un cambio histórico, pero su reticencia a actuar con urgencia sugiere que priorizan cálculos electorales sobre el avance de las mujeres en la política. Nuevo León necesita una reforma que ponga a las neoleonesas en el centro, no en la lista de espera. La ciudadanía, como bien dijo Sheinbaum, espera una solución que no sacrifique la equidad por intereses de partido.