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László Krasznahorkai, el visionario húngaro, gana el Nobel de Literatura 2025: “Por su obra cautivadora que reafirma el poder del arte en medio del te

Estocolmo, 9 de octubre de 2025 – La Academia Sueca ha concedido el Premio Nobel de Literatura 2025 al novelista y guionista húngaro László Krasznahorkai, de 71 años, en reconocimiento a “su obra cautivadora y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”. El anuncio, realizado esta mañana en el histórico edificio de la Börssalen en Estocolmo, pone fin a semanas de especulaciones que apuntaban a favoritos como el japonés Haruki Murakami o la mexicana Cristina Rivera Garza, y marca un regreso al canon europeo tras la victoria asiática de Han Kang el año pasado.

Krasznahorkai, nacido en Gyula en 1954, es considerado uno de los escritores más innovadores de la Europa postsoviética. Su literatura, caracterizada por oraciones interminables que fluyen como ríos de conciencia apocalípticos, explora los abismos de la existencia humana en contextos de decadencia política y espiritual. Obras como Sátántangó (1985), su debut que inspiró la película homónima de Béla Tarr, o La melancolía de la resistencia (1989), retratan una Hungría atrapada entre el comunismo agonizante y una democracia frágil, con un estilo que fusiona el realismo crudo con visiones proféticas. “Krasznahorkai escribe como si el mundo se estuviera desmoronando frase a frase, pero en esa ruina encuentra la redención del arte”, declaró Anders Olsson, presidente del comité Nobel, durante el anuncio.

Un cronista del colapso: la vida y obra de Krasznahorkai

Desde sus inicios en la Hungría de los años 70, bajo la sombra del régimen comunista, Krasznahorkai ha sido un observador implacable de las grietas sociales. Estudió en la Universidad de Szeged y debutó con Sátántangó, una novela que demoró años en publicarse debido a la censura, pero que se convirtió en un hito de la literatura centroeuropea. Su colaboración con el cineasta Béla Tarr –quien adaptó cuatro de sus obras– lo catapultó a la fama internacional, con películas como Werckmeister Armonías (2000) que capturan su estética de lo ominoso y lo infinito.

Entre sus logros previos destacan el Premio Man Booker Internacional en 2015 por el conjunto de su obra, el Premio Austríaco de Literatura Europea en 2021 y el Formentor de las Letras en 2024. Sus novelas, traducidas a más de 30 idiomas, incluyen Guerra y guerra (1999), sobre un obsesionado archivero húngaro que viaja a Nueva York, y Seiobo descendió a la tierra (2008), un tapiz de relatos sobre el encuentro entre lo divino y lo profano. Críticos como Susan Sontag lo han alabado como “el más grande escritor contemporáneo húngaro”, destacando su prosa hipnótica que evoca a Kafka y Beckett, pero con un pulso único de pesimismo cósmico.

El Nobel, dotado con 11 millones de coronas suecas (unos 1 millón de euros), se entregará el 10 de diciembre en la ceremonia tradicional de Estocolmo. Krasznahorkai, quien vive en una aldea remota de Hungría, reaccionó con modestia: “El arte no salva al mundo, pero lo hace soportable”, dijo en una breve declaración leída por su editor.

Contexto y reacciones: un premio que equilibra continentes

Este galardón rompe con la tendencia reciente de la Academia hacia autores no occidentales –como el africano Abdulrazak Gurnah (2021) o la surcoreana Han Kang (2024)– y regresa a Europa, donde se han concedido el 70% de los Nobeles literarios desde 1901. Tras el escándalo de 2018 que llevó a la pausa del premio, la institución ha buscado diversidad de género y geográfica, pero 2025 favorece al “hombre blanco europeo”, como ironizó un tuitero en redes. En América Latina, donde se esperaba un triunfo para figuras como Rivera Garza (ganadora del Pulitzer 2024), la decepción es palpable: “Es un premio merecido, pero duele que ignoren de nuevo nuestras voces”, comentó la autora mexicana en una entrevista posterior.

En el mundo literario, las reacciones son eufóricas. El director Béla Tarr lo llamó “un triunfo para los marginados del lenguaje”, mientras que casas de apuestas como Ladbrokes, que lo daban como favorito con cuotas de 5:1, celebran su acierto. El premio llega en un momento de auge para la literatura húngara postsoviética, y podría impulsar reediciones de sus obras en español, publicadas por Acantilado y Anagrama.

Con este Nobel, Krasznahorkai se une a una lista ilustre que incluye a gigantes como García Márquez, Dylan y Toni Morrison, recordándonos que, en tiempos de crisis global, la literatura sigue siendo un faro contra la oscuridad.


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