Restauran la fachada del Museo Regional El Obispado en Nuevo León: un legado histórico revitalizado para las futuras generaciones
Monterrey, Nuevo León, 10 de octubre de 2025 – En un esfuerzo significativo por salvaguardar el patrimonio cultural de la región, el Gobierno del Estado de Nuevo León ha concluido la restauración integral de la fachada principal y la cúpula del Museo Regional de Nuevo León, conocido como El Obispado. Esta iniciativa, enmarcada en el programa de preservación del “nuevo Nuevo León”, busca no solo recuperar el esplendor original de este emblema arquitectónico del siglo XVIII, sino también consolidarlo como un testimonio vivo de la historia y la identidad regiomontana para las generaciones venideras.
Ubicado en lo alto de la Loma de Chepe Vera, en la colonia Obispado de Monterrey, el Palacio de Nuestra Señora de Guadalupe –erróneamente llamado “El Obispado” desde el siglo XIX– fue erigido entre 1787 y 1790 por orden del obispo franciscano Rafael José Verger y Suau, segundo obispo de la Diócesis de Linares. Construido en piedra sillar, un material emblemático de la región, este edificio barroco destaca por su fachada principal tallada con elementos estípite –columnas o pilastras copiramidales invertidas– y una imponente cúpula que resalta su grandiosidad arquitectónica. Es una de las escasas muestras de arquitectura virreinal que se conservan en el noreste de México y fue declarado Monumento Histórico en 1932.
A lo largo de su historia, El Obispado ha sido testigo de eventos cruciales: sirvió como casa de descanso y oración para el clero, hospital durante la epidemia de fiebre amarilla en el siglo XIX, y escenario de la heroica defensa de Monterrey contra la invasión estadounidense en 1846. Tras la Revolución Mexicana, su deterioro impulsó su primera restauración en 1946, bajo la dirección del arquitecto Joaquín A. Mora, culminando en su inauguración como Museo Regional en 1956 –el primero del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el norte del país–. Intervenciones posteriores, como la reconstrucción de corredores y arcadas en 1998-1999, y el mantenimiento de la cúpula en 1909, han preservado su estructura, aunque no de manera integral hasta ahora.
Los trabajos de restauración iniciaron el 13 de mayo de 2025, impulsados por la Secretaría de Cultura estatal, encabezada por Melissa Segura Guerrero, en colaboración con el Fideicomiso para la Conservación del Patrimonio Cultural (Fidecultural) y bajo la supervisión de especialistas del INAH, incluyendo la directora del Centro INAH Nuevo León, Martha Elda Ávalos Salazar. Con una inversión de 2 millones 308 mil 108 pesos, la empresa Muro XXI Taller de Arquitectura, Restauración y Construcción SA de CV. se encargó de las labores, que incluyeron la limpieza de suciedad en la superficie pétrea, estabilización de elementos arquitectónicos inestables, reparación de cuarteaduras y remoción de materiales sintéticos de intervenciones previas. Estas afectaciones, agravadas por el tiempo, la contaminación y el clima, no habían sido atendidas integralmente desde 1994. Para garantizar la seguridad durante el proceso, se instalaron tapiales de madera y andamios que limitaron el acceso al sitio.
En junio de 2025, los avances alcanzaron el 50%, permitiendo la reapertura parcial del museo el 5 de junio tras nueve meses de cierre por trabajos perimetrales. Hoy, 10 de octubre de 2025, el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda entregó formalmente la obra en tiempo y forma, develando una placa conmemorativa que simboliza la continuidad de este legado cultural. Segura Guerrero enfatizó que esta restauración, alineada con uno de los cinco ejes de la Secretaría de Cultura –la preservación del patrimonio–, fortalece la conexión entre el pasado y el presente, especialmente de cara al Mundial de Fútbol 2026, que posicionará a Monterrey como sede.
El Museo Regional alberga una museografía renovada que narra la historia de Nuevo León desde la época virreinal hasta la contemporánea, con piezas como el retrato de Verger por Juan Alsíbar (1784), esculturas estofadas de santos, una pila bautismal del desaparecido templo de San Andrés y objetos de la evangelización y la arquidiócesis de Monterrey. Abierto de martes a domingo de 9:00 a 18:00 horas (con entrada libre los domingos), en la calle José Rafael Verger s/n, este espacio no solo embellece el paisaje urbano, sino que reafirma el compromiso comunitario con la conservación de tradiciones e identidad neoleonesa.
Esta restauración integral asegura que El Obispado continúe inspirando a visitantes locales y turistas, promoviendo una reflexión profunda sobre el valor de la herencia cultural en un contexto de desarrollo moderno. Las autoridades invitan a la ciudadanía a redescubrir este tesoro histórico, que tras más de dos siglos, resurge con renovada vitalidad.