Jaime Rodríguez “El Bronco” obtiene amparo y evade proceso por abuso de autoridad en Nuevo León
Monterrey, Nuevo León – 15 de octubre de 2025 – En un revés judicial que sacude la política regiomontana, Jaime Rodríguez Calderón, conocido como “El Bronco”, exgobernador independiente de Nuevo León (2015-2021), ha logrado un amparo definitivo contra los cargos por abuso de autoridad, lo que lo libera de inmediato de cualquier proceso penal en su contra. La decisión, emitida por un tribunal federal por unanimidad, obliga a un juez de control local a convocar una nueva audiencia en la que, sin argumentos ni debate posible, deberá dictar un auto de no vinculación a proceso, cerrando el capítulo de esta investigación que databa de 2021.
El fallo, notificado este miércoles, representa un triunfo legal para “El Bronco”, quien ha enfrentado una decena de denuncias por presunta corrupción durante su mandato, incluyendo peculado, ejercicio indebido de funciones y daño patrimonial estimado en cientos de millones de pesos. Este caso específico por abuso de autoridad surgió de acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción de Nuevo León, que lo imputaba por supuestas irregularidades en la asignación de contratos públicos y el uso indebido de recursos estatales, como el programa de apoyo a damnificados o incentivos a empresas. Rodríguez, de 68 años, siempre negó los cargos, alegando persecución política por parte de administraciones posteriores, particularmente la de Samuel García, su exaliado convertido en sucesor.
Un laberinto de juicios: De “Operación Tornado” a la absolución
La trayectoria judicial de “El Bronco” es un reflejo de las batallas anticorrupción en Nuevo León, un estado que ha liderado en México el combate a la impunidad con más de 500 carpetas abiertas desde 2015, según datos del Sistema Nacional Anticorrupción. Tras dejar el cargo en medio de escándalos –como el “Rancho Lewis” o el desvío de fondos para publicidad–, Rodríguez acumuló procesos que lo llevaron a prisión preventiva en 2017 y 2018 por peculado, pero amparos sucesivos lo liberaron en cada ocasión. En 2019, un juez lo absolvió en el caso de incentivos a Kia Motors, similar al que enfrentó su antecesor Rodrigo Medina de la Cruz (PRI), quien también salió indemne tras años de litigios.
Este amparo actual, promovido ante el Juzgado de Distrito en Materia Penal, se basa en violaciones procesales: la fiscalía no sustentó adecuadamente las pruebas, incumpliendo plazos y derechos de defensa, según el dictamen federal. “Es una vindicación total; el sistema falló en perseguir, no en juzgar”, declaró el abogado de Rodríguez, Alonso Aguilar Zínser, en rueda de prensa improvisada fuera del Palacio de Justicia. El exgobernador, visiblemente aliviado, tuiteó: “La verdad siempre sale a flote. Gracias a Nuevo León por su fe. #JusticiaParaElBronco”.
Reacciones políticas: ¿Venganza o justicia?
El fallo ha polarizado al Congreso local. La bancada de Movimiento Ciudadano (MC), partido de García, lo tildó de “impunidad selectiva”, exigiendo apelación inmediata y criticando la “doble moral” de un sistema que absolvió a “El Bronco” pero persiguió a Medina. “Nuevo León no olvida: la anticorrupción no es para fotos”, posteó el gobernador García en X, recordando que su administración ha recuperado 1,200 millones de pesos en bienes decomisados. Por su parte, el PAN y PRI aplaudieron la decisión, viéndola como un golpe al “revanchismo” de MC, que gobierna el estado desde 2021.
Expertos en derecho penal, como los del ITESM, advierten que este caso expone grietas en la reforma judicial de 2016: el 40% de amparos en delitos de corrupción prosperan por fallas procesales, según el Consejo de la Judicatura Federal. En un México con 30 mil millones de pesos anuales en desvíos reportados (INEGI 2024), la absolución de “El Bronco” –quien aspira a regresar a la política en 2027– reaviva el debate: ¿es el fin de una cacería o un recordatorio de que la justicia, en Nuevo León, sigue siendo un ring político? Mientras, Rodríguez celebra su libertad, pero la fiscalía evalúa recursos. La nueva audiencia podría ser en días; el auto de no vinculación, inevitable.